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domingo, 27 de octubre de 2013

#sonríe, vale la pena ser feliz#





La soledad cabalga por la destreza que recorre mi cuerpo con su sonrisa
arrebatando la tristeza que en su día me consumía.
Siento la adrenalina que invade mi mente conquistando mil sonrisas, 
repelando a todo aquel que me las quita..

domingo, 13 de octubre de 2013

pero qué ilusa soy a veces!

Se me resbala la pastilla de jabón al suelo, no sé si ese es su destino. Me agacho a cogerla, pero no se deja, huye deslizándose lentamente hasta dejar de verla.
Me quedo enjabonada mientras que el agua se corta, se me congela la mente, las piernas, pero no hay albornoz que me arrope, ni toalla que me aislé del frío.
Pasan las horas y no me queda otra que enjuagarme con las lágrimas que mis ojos desprenden paulatinamente...
No entiendo a dónde ésta quiere llegar, me juró quedar reluciente, no "limpia", llevarme a las estrellas cuando si quiera me levantó del suelo. Y después de tantos lavados, he quedado desgastado, pues sólo sé que se marchó y a mi ducha no volvió...
la persigo recorriendo me bañeras, azulejos. (ya van 999.999), estanterías, perdiendo batallas contra esponjas, contra el champú y las alcachofas, hasta que el secador, me llevó de vuelta a casa recordándome que sólo Mario Bross es el único que recorre mundos por recuperar a su princesa...

miércoles, 2 de octubre de 2013

succionan nuestra mente

Hoy en día la tecnología nos invade, apenas recordamos qué es ir a la biblioteca a por un libro o leer un periódico, tampoco qué es escribir a máquina, como recuerda mi abuela. En su memoria, tardes jugando a las chapas, a las cartas, la cuerda. ¿Es que es necesario la tecnología?, me pregunta. No tengo respuesta, ¿cuánto tiempo pasa desde que te levantas hasta utilizar el móvil?, cuestión de segundos, dije. ¿Dónde está la ilusión de recibir una carta?, ¿qué es ingeniártelas para llegar a tiempo, sin hacer una llamada? ¿Dónde queda la infancia? Fue entonces, cuando me di cuenta, cómo la tecnología afecta al desarrollo personal en todas las facetas, cómo los avances habían sido el gran culpable de evadir la vida social de los menores, pero realmente, pienso, que no es la tecnología la que deshumaniza, sino las propias personas a través de ella, pues al fin y al cabo, sirve mientras que seamos conscientes de su utilidad, concluía.

A lo largo de los años, la libertad ha desvanecido, estamos aferrados al afán de todas aquellas máquinas que nos rodean, cuál es nuestro fin, me pregunto, ¿somos robots? ¿vivimos programados? por ello el futuro es una gran incógnita…


*redacción para la asignatura de escenario digital (publicidad)